presentación

Bienvenidos y bienvenidas al blog del encuentro intercultural de los rutas de MSC, Nos vamos a Senegal a descubrir un pedacito de Africa, durante 10 días descubriremos lugares, sabores, sonidos propios del continente africano, ese gran desconocido pero apasionante lugar.

martes, 20 de septiembre de 2011

Día 18: La misma luna


El camino de vuelta de Patar lia, estuvo lleno de sorpresas, la primera, aunque esperada, no dejo de ser uno de los momentos más difíciles y emotivos que hemos vivido aquí en Senegal. Nos desviamos de nuestro camino a Dakar, para ir Kaolack. Esta es la ciudad donde reside la familia de Papa Simel, nuestro compañero de proyecto (ponente de mucho de los temas sobre Senegal) desde que se inició Djoko, quien por motivos de este mundo tan injusto, no nos ha podido acompañar; así que aprovechamos para visitar a su madre, a transmitirle, el gran trabajo que hace su hijo y los amigos que se ha ganado allí donde va. Su madre emocionada, nos transmitía su agradecimiento por haberle hecho llegar la gran labor que Papa hace desde lejos. Nosotros desde aquel patio de su casa de un barrio humilde, solo podíamos pensar el por qué estábamos todos allí, y no él…hay abrazos que te llenan de orgullo y hay otros que no se pueden dar y te parten por dentro.
Pero en Senegal, no estamos teniendo tiempo para dejar que los sentimientos reposen, hay que levantarse y seguir empapándote de todo,  ya habrá tiempo para asimilar.
El autobús, se estropeo, y la policía, nos paraba continuamente, hasta el punto de indignar a nuestros coordinadores senegaleses, que son los primeros dolidos, con la realidad de un país que a nivel administrativo funciona a golpe de corrupción. Las carreteras las lleva una empresa portuguesa que nos para cada poco para cobrar también su peaje, ya podía ir ese dinero a manos senegalesas al menos.
Llegamos tarde y cansados a Dakar, a pesar de ello, nos esperaba la comida de nuestras cocineras, quienes junto a los Scouts de Senegal, están entregados a este proyecto viven para nosotros.
El contraste de Dakar con las zonas rurales, es impresionante, ahora vivimos en una ciudad enorme y tremendamente anárquica, humo, coches, ruidos, a veces música, vendedores…el silencio y el sonido de los pájaros quedaron atrás, parece difícil de creer que sea el mismo país, sólo la luna que sigue brillando de forma especial en Senegal, nos conecta con Patar lia, en este mundo tan desigual, también es difícil de entender que sea la misma luna que vosotros veis desde Andalucía...


Pablo Gelo